La canción de Ruth es una obra bella y compleja
17/09/2010Publicado en La Librería de Javier (Librería Cervantes de
La canción de Ruth es una obra bella y compleja y que requiere nuestra complicidad en su lectura. Dentro de la línea editorial a la que Bartleby nos tiene acostumbrados, esta vez nos ofrece una novela estructurada en planos envolventes y compuesta con una muy bella prosa, una bella prosa poética en todo su esplendor.
La historia que nos cuenta Marifé Santiago es la de una mujer arquitecta en busca de redención. Los tiempos y la historia de Europa han dejado mellas y heridas en el pasado de su familia, familia dispersa en varios frentes y épocas, y que es preciso reunir en la memoria para saldar cuentas con el presente. Dos hermanas, Basilisa y Catalina, en Rusia y Madrid, separadas por la fuerza y encontradas al cabo de ciertos años en Moscú, vuelven a encontrarse en España con su madre. Pero antes hay que recuperar el pasado, si no el tiempo, si en la memoria, y volver a trillar los campos. Un cementerio judío en León, un Budapest de baños termales, un Moscú frío y oscuro, la Valencia a comienzos de la contienda, Madrid… Escenarios para saldar la humillación de una violación increíble y de las palabras que nunca se dijeron.
Ayer estábamos aquí y mañana ya no estaremos, pero incluso en nuestra ausencia permaneceremos siempre y no sólo en el recuerdo que hayamos dejado, sino verdaderamente en los otros, porque un hombre lleva en su interior a todos los hombres (Glosa del Zohar, pag. 158)
Una obra compleja y redundante. Compuesta en planos superpuestos y cíclicos, los pensamientos de los protagonistas nos van dejando posos de su existencia, una y otra vez, que hemos de unir con buen sentido. Y es que las diferentes situaciones, los cambios de decorado y las variaciones en los personajes narradores de la obra tienen tal abanico de planos expresivos y de información que la lectura de esta preciosista obra se nos convierte en un puzzle narrativo impresionante. Capítulos en los que el tiempo va y viene desgranando episodios, otros en los que alternativamente -y a manera de respuestas dialogadas- padre e hija expresan sus pesares, otros que son oraciones y plegarias la mayoría de las veces no atendidas… Una obra que nos incita a recorrerla varias veces, a disfrutar de los diferentes estilos que amalgama, a indagar en ella, a reposar sus palabras; en fin, a madurarla. Una prosa poética de altura y que, muchas de las veces, pudiera ser todo lo contrario: un bello y triste libro de poesía en el que se nos cuenta, enmadejada y atemperada, una impresionante y compleja historia.
(…) La mezquindad humana es universal, como la tristeza. Por eso se habrían entendido bien las dos, de haberse conocido. (Pag. 41)
Marifé Santiago Bolaños (Madrid, 1962), es Doctora en Filosofía y profesora de Secundaria.Ha publicado las novelas El tiempo de las lluvias, Un ángel muerto sobre la hierba y El jardín de las favoritas olvidadas. Y, entre otros, los libros de poemas Celebración de la espera, El día, los días y La orilla de las mujeres fértiles. Especialista en Estética, trabaja en torno al diálogo entre la Filosofía y la creación artística, entendida esta como un camino de conocimiento. Maria Zambrano, Valente, Artaud o Marina Tsvietaieva son algunos de los referentes que guían trabajos como: La mirada atlántica: literatura gallega y peregrinación interior, La palabra detenida, una lectura del símbolo en el teatro de Buero Vallejo o Mirar al dios: el teatro como camino de conocimiento.
Una autora a descubrir y que lanza savia nueva al panorama narrativo de la literatura española contemporánea, fuera de los estándares de moda y novela actuales.
JAVIER RODRÍGUEZ ÁLVAREZ