Antonio Crespo Massieu: cuentos entre la luz y la sombra
14/05/2009Publicado en Blog del escritor Manuel Rico
El peluquero de Dios es un magnífico libro de relatos que nos revela la más profunda dimensión de la labor literaria de Antonio -quien, como ha quedado dicho, es poeta también-. Son siete cuentos intensos, sin material sobrante, que nos acercan a distintos momentos de nuestra historia (y de la historia europea) a través de personajes llenos de vida, que sufren contradicciones, que vislumbran los claroscuros de la realidad, que aman, recuerdan... y sufren. El profesor que asiste a la última clase antes de la jubilación y evoca sus entusiasmos iniciales, en un tiempo en el que apuntaban los primeros indicios de la transición política española; el peluquero que vive un drama profundo, contradictorio, lleno de aristas y de conductos a la desolación, en el campo de exterminio de Treblinka; la mujer que regresa al Madrid adolescente desde un Nueva York mítico y mitificado; el espectador que vive en un pequeño reducto en el interior de un cuadro...
En El peluquero de Dios está la memoria de nuestra guerra civil. Están los años del cambio hacia la democracia de la que todavía gozamos. La sombra del exilio y de la muerte lejos de las raíces. Los rescoldos de la Argentina de los desaparecidos bajo una de las más crueles dictaduras del último medio siglo. Cuentos para recordar, para vivir (y para aprender a vivir), para avivar una conciencia crítica, para reconstruir el inconsciente colectivo ante los grandes dramas que han vivido las sociedades contemporáneas. El libro, recién aparecido bajo el sello Bartleby Editores es una de esas extrañas obras, de no muy grueso formato (pienso en Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez), que descubren a un autor no por desconocido menos sólido, ambicioso y sensible. La difícil sencillez del relato. La transparencia. La emoción. La zozobra y la incertidumbre. Todo eso, y mucho más, está en esta colección de cuentos.
El relato no es un género fácil. El lugar que ocupa dentro de la narrativa no siempre es reconocido por los grandes editores y la mayor parte de los libros que se editan se ven condenados a arrastrar una vida clandestina o semiclandestina hasta que llega la vara mágica de un éxito puntual, o de una Feria del Libro, o el dedo "recomendador" de un buen amigo para que los lectores no asiduos se acerquen a él.
Esta noche, cuando todos los que valoramos el papel que la música y determinadas letras jugaron en la conformación de nuestra educación sentimental, lloramos la muerte de Antonio Vega (otra más del grupo de quienes crecieron y maduraron, humana y artísticamente, a la par que avanzaba una sociedad -la nuestra- recién salida de la dictadura hacia la plena democracia), me atrevo a recomendar con fervor, con pasión, con la certeza de que de su lectura a nadie dejará indemne, El peluquero de Dios.
MANUEL RICO